Cada vez son más las inversiones en el sector inmobiliario, siendo clave identificar las diferentes formas de financiar estos proyectos.
Guatemala es uno de los países con mayor desarrollo inmobiliario en la región, con un aproximado de 230 proyectos de vivienda vertical actualmente activos. Este factor ha llevado a que personas individuales y corporaciones se interesen por invertir en proyectos innovadores con el objetivo de ofrecer nuevos servicios y espacios a todos los guatemaltecos. Sin embargo, la decisión de cómo financiarlo es una de las grandes dudas al embarcarse en el mundo de las inversiones. Por lo tanto, en este artículo daremos un vistazo a los financiamientos que existen y, así, poder tomar decisiones más informadas.
Para empezar, debemos conocer los tipos de financiamiento que existen: el bancario, fondos de inversión y el crowdfunding inmobiliario. El primero es el más utilizado en Guatemala para el desarrollo de proyectos inmobiliarios, en donde la política habitual de riesgos de los bancos es conceder financiación a los proyectos en los que el promotor ha desembolsado de sus propios recursos la totalidad o un mínimo del 50 % del suelo donde se desarrollará el proyecto.
En el caso de los fondos de inversión pueden funcionar como un alivio para financiar cualquier acción que los bancos por criterios internos de riesgo no suelen hacer. Un ejemplo sería poder financiar todos aquellos gastos necesarios para el arranque del proyecto (excavación, obtención de licencias, comercialización para obtener las preventas necesarias, etc.). En todas estas situaciones, la operación que realiza el fondo es lo que llamamos un préstamo puente.
Los préstamos puente se acostumbra a realizarlos antes de que el solicitante o promotor tenga el crédito para el proyecto; se basan en la garantía hipotecaria del suelo que se adquiere o de algún otro activo inmobiliario, y su plazo de devolución es corto, de 18 a 24 meses.
En el caso del crowfunding inmobiliario se realiza a través de un préstamo a los inversores de la plataforma (crowdfunding de deuda o de préstamo, o crowdlending) o, también, ofrecer una entrada en el capital del proyecto a los inversores (crowdfunding de inversión). El crowdfunding inmobiliario puede financiar proyectos desde un importe reducido a otros de mayor envergadura.
Para Luis Pablo Capuano, analista de investigación de mercado en INTUS: “es importante conocer la manera en que las empresas financian sus proyectos para tener una idea de cómo va a ser el desarrollo de su proyecto; esto es un indicador de qué tan capaz será la empresa para entregar un buen producto en el tiempo previsto.”
Sin duda, cada vez se abren más alternativas para los promotores inmobiliarios, y el crowdfunding es una opción a considerar en la mayoría de los casos, ya que ofrece ventajas respecto a las otras dos fuentes de financiación. En el caso de la bancaria, permite financiar proyectos inmobiliarios con más flexibilidad que los estrictos criterios de las entidades financieras tradicionales y con más alternativas en sus modalidades. Con los fondos de inversión, el crowdfunding inmobiliario puede financiar proyectos de menor importe que el mínimo exigido habitualmente por estos fondos.
Por: INTUS