La ubicación de un nuevo proyecto no depende solo de la disponibilidad.

Definir la ubicación de los proyectos dependerá del mercado y el estilo de vida de las personas a las que se dirige. Por lo tanto, los primeros pasos para un proyecto inmobiliario es realizar un análisis de ubicación, avalúo del terreno y estudio de prefactibilidad.

Hay dos formas de dar inicio:

• Heredar un bien inmueble y ver qué opciones se pueden desarrollar en el mismo según la zona. 
• Planificar un proyecto inmobiliario que cumpla las necesidades cotidianas en una zona estratégica para generar ganancias a los inversionistas. Esto ha sido uno de los motores principales por los cuales la oferta de vivienda vertical ha aumentado en Guatemala.

Antes las necesidades de viviendas eran en crecimiento horizontal no importando el nivel socioeconómico.

Las personas preferían ser dueños de sus propias casas y debido a que en el centro de la ciudad no había espacio identificado para venta y las tierras presentaban precios elevados, se hacía la búsqueda en las afueras. De allí nacen los desarrollos de carreteras por diferentes salidas importantes como lo es carretera a El Salvador, la salida al Atlántico y la salida hacia Villa Nueva.

Se ha revertido este fenómeno por la necesidad de la gente que busca estar cerca del trabajo, familia, sus hábitats de confianza y distracción. Los proyectos de vivienda vertical pueden satisfacer estas necesidades todo en la misma zona.

Conociendo esta tendencia y teniendo un terreno disponible, nos centramos en el análisis de la zona: qué proyectos hay, los soportes de infraestructura, si se encuentran restaurantes, supermercados, farmacias, estaciones de buses, etc. También consideramos los diferentes sectores que existen en la misma zona. Esto nos permite ir especializándonos un poco más y afinar la búsqueda de esa ubicación que queremos concretar según las necesidades y anhelos de cada persona.

Hacer que la oferta propuesta responda a la demanda del mercado objetivo.

Los nichos de mercado que encontremos en la zona de nuestro terreno nos proveerán datos importantes como a qué nivel socioeconómico se enfocará, rango de precios y tamaño del proyecto. Con esto podemos empezar a definir y dar forma al propósito del proyecto.

En conclusión el tema es una mezcla de dos cosas: lo que queremos conseguir o saber con seguridad y lo que está disponible en el mercado. Esta parte también combina la validación del producto, el nicho y el precio con la ciencia de los números.

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FOTO: @onlyyouqj

Por: Jorge Franco & María Olga de Olavarría, Proyectos Inmobiliarios, INTUS